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Desnutrición en México

Desnutrición crónica en México


Según la OMS, la desnutrición es un desequilibrio entre los nutrientes que necesitamos y la energía que demanda el cuerpo para realizar nuestras actividades diarias. La desnutrición durante el período crítico de la gestación y durante los primeros años de vida puede tener una repercusión en el crecimiento y desarrollo de las personas.

Actualmente la población mexicana enfrenta un problema grave, la desnutrición, ya que es una afección que llega a perjudicar a personas de todas las edades, pero principalmente a los niños, ya que son los más vulnerables.


México, al igual que otros países, ha trabajado para erradicar el problema que se presenta tanto en zonas urbanas como rurales, siendo estas últimas las más afectadas debido a la falta de información sobre la alimentación.


Se han creado programas (como Oportunidades), cuyo diseño y focalización se centra en el combate a la desnutrición, pero se tiene registro de que el objetivo del programa se está llevando a cabo, pero no de la forma deseada, ya que los niveles de desnutrición en niños menores de 5 años han disminuido muy poco en los últimos años; y esto se debe probablemente a la inadecuada implementación y todo esto aunado a la pobreza.

Es por esto que el programa Oportunidades creo la Estrategia Integral de Atención a la Nutrición (EsIAN) , cuyo objetivo era ser un modelo que abarcará distintas acciones y que en conjunto pudiera erradicar de manera más eficaz la desnutrición en la población en general, abarcando aspectos como educación nutricional, promoción de la alimentación infantil óptima y acciones de Atención Primaria a la Salud (APS), empezando a tener un efecto positivo y de la mejor manera.

Para que poco a poco la desnutrición vaya decreciendo, la población debe trabajar junto con el gobierno para que sea de la mejor manera posible, haciendo énfasis en diversas recomendaciones como lo son:

  1. Fortalecer los programas de salud que comprenden de componentes de nutrición, asegurando su cobertura total, principalmente a zonas marginadas.

  2. Mantener una estrategia de comunicación educativa, empleando la adopción de prácticas óptimas de lactancia materna y alimentación complementaria.

  3. Garantizar la provisión de servicios de nutrición de alta calidad.

Si se llega a trabajar de la mejor forma y en conjunto, se puede ir erradicando de la mejor manera la desnutrición, para que así sean menos los niños que presenten problema que puedan llegar o afectar su calidad de vida.

México ante el problema de la mala nutrición


El estado de la nutrición de los individuos es un elemento fundamental del capital humano de la comunidad, de ahí la importancia de conocer las características de la nutrición de la población e identificar los problemas que pudieran existir. Debido a que México es un país de grandes contrastes donde prevalece la heterogeneidad geográfica, económica, social y cultural de su población y dada las limitaciones de la información existente, la tarea no es sencilla.

El componente de educación en nutrición recobra fuerza en la actualidad, es la tarea de mejorar la nutrición y promover mejores hábitos alimentarios que favorezcan la salud. Diversas instituciones involucradas en el cuidado de la salud de la población han realizado intentos aislados por orientarla, pero mientras los esfuerzos no sean coordinados, los resultados serán insuficientes. Desde una perspectiva social, los esfuerzos han sido muchos pero los alcances, en general, cortos.

México presenta en las últimas décadas un panorama de malnutrición en dos vertientes, por un lado, la desnutrición y por otro la obesidad. Por lo tanto, el problema de la alimentación es complejo y multifactorial, debido a que también entran factores significativos como la crisis económica, energética, financiera, así como el efecto del cambio climático, escasez de agua y la concentración de poder en los mercados.


La conducta del hombre frente a la alimentación se relaciona con una serie de hábitos que determinan la forma en que elige sus alimentos, los prepara, sirve, distribuye y consume. En estos hábitos interviene una serie de factores que deben ser estudiados y conocidos en cada región o grupo.

Un punto importante es la llamada “globalización”, que, aunque ha traído consigo beneficios enormes por ejemplo el poder tener acceso al internet en cualquier parte del mundo, también trajo consigo a las famosas transnacionales como muestra los negocios de comida rápida como McDonald’s, un mexicano por moda preferirá ir a ese lugar que consumir algo sano, por eso se menciona que la conducta alimentaria depende de sus hábitos y del medio ambiente en el que se desarrolla.

La alimentación y la educación nutricional son pilares fundamentales de la salud individual y colectiva de la población.

Ahora se sabe que, contrariamente a lo que se pensaba, la dieta promedio mexicana es equilibrada y valiosa y es más recomendable que la de los países altamente industrializados, siempre y cuando se de en condiciones de suficiencia y diversidad. Es decir, el predominio de cereales y leguminosas, el consumo abundante y variado de frutas, verduras y la adición de pequeñas cantidades de alimentos de origen animal, como ocurre en la dieta tradicional del país, es más recomendable que las dietas basadas en productos de origen animal, ricos en grasas saturadas y colesterol, donde los cereales son muy refinados y por ende pobres en fibra, y el consumo de azúcar (como tal o en refrescos, pasteles, entre otros) es excesivo.


El Gobierno de México ha aplicado un gran número y variedad de políticas y programas de nutrición, para contribuir al mejoramiento nutricional en el país. Esto ha incluido políticas económicas y de precios de alimentos, subsidios a la producción y el consumo de alimentos, venta al menudeo de alimentos básicos subsidiados, programas de distribución de alimentos como desayunos escolares, despensas y canastas de alimentos. Pero como sabemos no basta con que solo estén los programas funcionado, también es de vital importancia que el individuo quiera cambiar sus hábitos alimentarios para así poder llevar una vida más saludable, y con calidad previniendo con esto diferentes patologías que se derivan de la mala nutrición.

DESNUTRICIÓN EN NIÑOS


Toda pérdida anormal de peso a causa de la asimilación deficiente de alimentos por el organismo, conduce a un estado patológico de distintos grados de seriedad y manifestaciones clínicas llamado desnutrición.


Causas que producen la desnutrición

  • La sub-alimentación del sujeto, bien sea por la deficiencia en la calidad o por la deficiencia en la cantidad de los alimentos consumidos.

  • Tiene múltiples orígenes: pobreza, ignorancia, hambre.

  • Infecciones enterales o parenterales (Diarreas)

Por medio de la lactancia materna el recién nacido puede mantenerse nutrido hasta los seis o siete meses de edad, incluso cuando la madre se encuentre mal alimentada, pasando este tiempo aumenta la probabilidad de riesgo de que el bebé evolucione lentamente a desnutrición, esto puede iniciar con el estancamiento del peso, después se demuestra una desproporción del peso y la edad y finalmente se muestra claramente la desproporción de peso, talla y edad del niño.


Clasificación de los distintos grados de desnutrición:

  • Grado 1: Pérdida del 25% del peso que el paciente debería tener para su edad.

  • Grado 2: Pérdida de peso entre 25% y 40%

  • Grado 3: Pérdida de peso de más de 40%

¿Cómo distinguirlos?


Desnutrición de primer grado


Podrás notar como el niño se vuelve crónicamente llorón y descontento, no se aprecia que adelgace (estancamiento del peso), estreñimiento, no hay vómitos ni diarrea.

El tratamiento es sencillo y rápido, bastará con completar las necesidades energéticas del paciente, sólo alimento digestible y suficiente en una dieta apropiada para su edad, probablemente ningún medicamento o vitamina sean necesarios.


Desnutrición de segundo grado


Pérdida de peso considerable, la fontanela se hunde, los tejidos del cuerpo se hacen flojos, el niño duerme con los ojos entreabiertos, se enferma contantemente de catarros, resfriados y otitis y diarrea.

En este caso el tratamiento se basará en dar una alimentación de alto valor energético (250 a 300 calorías por kilo en un día) y combatir las infecciones, ingestión suficiente de líquidos.


Desnutrición de tercer grado


Se caracteriza por la exageración de todos los síntomas antes mencionados, los ojos se hunden, la cara del niño se hace pequeña, se ven prominentes todos los huesos de la cara, la piel se vuelve arrugada, seca y sin la menor elasticidad, intolerancia absoluta a la alimentación.

La mayoría de los tratamientos y medicinas fracasan ante este grado de desnutrición, alimentos en pequeño volumen, sin grasa y de gran valor energético son los de elección. Lamentablemente solo un hospital bien equipado y con experiencia puede tratar el grado tres con alguna probabilidad de éxito.

Es importante mencionar que tanto el factor familiar como el factor médico, trabajando alternadamente pueden prevenir la desnutrición, enseñando a los padres a estimar el enorme valor que tiene el pesar cada semana a los niños menores de dos años y contribuyendo a llevar un control nutricional adecuado y ajustado a las necesidades de cada niño.


Gómez, F. (2003). Desnutrición, salud pública de México. Vol.45


Estudio realizado por la INEGI


Mueren 23 personas al día por desnutrición en México.


Posted 27 Jan 2013, 15:57 by Meriposa World [ updated 27 Jan 2013, 16:04 ]


Todos los días, 23 mexicanos mueren en el país a causa del hambre y la desnutrición, casi uno por hora.


De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, entre los años 2000 y 2011, más de 102 mil 568 personas perdieron la vida por deficiencias nutricionales, un promedio de 8 mil 547 anuales.

Desde 2004, la desnutrición representa la décimo tercera causa de muerte en el país.

Los más afectados, según el INEGI, son los adultos mayores y los niños: el 75 por ciento de las defunciones se concentran entre personas de 65 años y más; mientras que el 7 por ciento ocurren en menores de un año. Las 10 entidades que más muertes registraron fueron en el Estado de México, con 10 mil 820; Veracruz, 8 mil 589; Oaxaca, 8 mil 30; Puebla, 8 mil 11; Jalisco, 7 mil 376; Guanajuato, 6 mil 579; Distrito Federal, 4 mil 873; Michoacán, 4 mil 495; Chiapas, 4 mil 445 y Guerrero, 3 mil 503.


Ésta es la peor consecuencia del hambre que padecen más de 21 millones de mexicanos que viven en pobreza alimentaria, según el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social. Definida por la FAO como el resultado de "una prolongada ingestión alimentaria reducida y/o absorción deficiente de los nutrientes consumidos", la desnutrición afecta a entidades con regiones de altos niveles de marginación, como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Puebla y Veracruz, pero también a estados como Jalisco, el Distrito Federal, Guanajuato y el Estado de México.

Según la organización “Un Kilo de Ayuda”, la prevalencia de desnutrición crónica en población infantil es del 12.5 por ciento, pero se eleva al 37.4 por ciento cuando se calcula entre población infantil indígena.


Las consecuencias de la desnutrición, según la misma organización, pueden ser el retardo en el crecimiento y el desarrollo psicomotor, disminución en la capacidad de trabajo físico y en el desempeño intelectual en la edad escolar, y la propensión a enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión, dislipidemia e incapacidades. A pesar de estas estadísticas, en los últimos 6 años los programas destinados a reducir el hambre y la desnutrición no han registrado incrementos presupuestales sustanciales.

Actualmente existen seis estrategias gubernamentales destinadas de manera específica a combatir ambos padecimientos: Abasto Social de Leche, Abasto Rural, Desayunos Escolares, Atención a Jornaleros Agrícolas, Oportunidades –en sus componentes salud y desarrollo social– y Apoyo Alimentario, operados por Diconsa, Liconsa, las secretarías de Desarrollo Social y Salud, y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.

El presupuesto de estos seis programas aumentó sólo un 11 por ciento en el último sexenio, al pasar de 24 mil 404 millones de pesos en 2007 a 27 mil 129 millones de pesos en 2012.

En términos generales, los programas de combate al hambre y la desnutrición representaron el 15 por ciento del presupuesto total destinado en 2007 para el combate a la pobreza; mientras que en 2012 representaron sólo el 8.5 por ciento.


Programas como Apoyo Alimentario y Oportunidades redujeron sus recursos de manera importante en el ejercicio fiscal 2012. En el primer caso, la bolsa bajó de 2 mil 587 millones de pesos en 2011 a mil 796 el año pasado. En el segundo caso, decreció de 37 mil 606 millones a 18 mil 467 millones en el mismo lapso de tiempo.

Los datos indican que, además de las defunciones por desnutrición, el porcentaje de la población que padece hambre o tiene acceso limitado a alimentos sanos y nutritivos aumentó.

Según informes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, entre 2008 y 2010 este sector se incrementó de 23 millones 790 mil personas a más de 28 millones. El estado con el mayor número de personas con acceso limitado a los alimentos es Veracruz, en donde más del 42 por ciento se encuentra en esta situación. Le siguen Tabasco, con el 33 por ciento; Estado de México, 32 por ciento; Campeche, 31 por ciento y Chiapas, 30 por ciento.

Crisis alimentaria

El avance del hambre y la desnutrición en México se ha dado en el marco de un estancamiento en la producción de alimentos básicos y el encarecimiento de los mismos.

Cifras del INEGI reportan que, entre 2000 y 2011 –dato más reciente–, la producción de frijol se redujo de 887 mil 868 toneladas a 567 mil 779; mientras que la de maíz pasó de cerca de 17 millones 557 mil toneladas a poco más de 17 millones 635.

Otro factor que dificultó el acceso de la población a los alimentos fue el incremento en el costo de la canasta básica, el cual aumentó, en promedio, 9 por ciento en el último año.

Según el CONEVAL, su precio para el sector rural fue de 755 pesos mensuales por persona en 2011; para 2012 fue de 823 pesos.


Para el ámbito urbano se incrementó de mil 67 pesos mensuales por persona a mil 158 pesos en el mismo periodo. Con ello, el número de personas ubicadas por debajo de la línea de bienestar mínimo aumentó cuatro millones.

La última medición de la pobreza indica que en 2008 existían 43 millones 800 mil personas cuyos ingresos no les permitían acceder a una canasta básica aún cuando invirtieran todos sus recursos en ello. Para 2010 –dato más reciente– la cifra rebasó los 48 millones de personas.


La Cruzada


Al tomar protesta como Presidente de la República, Enrique Peña Nieto anunció 13 decisiones que –dijo– implicarán mover "lo que se tenga que mover" para transformar a México.

Una de ellas fue un plan para combatir el hambre, cuyo plazo para ser presentado vence el 29 de enero.

"Estamos en pleno Siglo XXI. México ha logrado avances en diversos sectores, pero es inaceptable que millones de mexicanos padezcan aún de hambre. Lograr que las familias mexicanas tengan un piso básico de bienestar será la prioridad, el principio elemental de mi política social. He dado instrucciones a la Secretaría de Desarrollo Social para que ponga en marcha en los próximos 60 días la Cruzada Nacional Contra el Hambre".






Referencias


http://www.meriposa.com/mx/opinion/politica/nota009-2013-01-27-mueren-23-personas-dia-desnutricion-mexico-inegi






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