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Cáncer de Mama


El cáncer de mama

Los órganos que forman nuestro cuerpo están constituidos por células, que normalmente se dividen de forma ordenada con el fin de reemplazar las ya envejecidas o muertas. Cada célula posee una serie de mecanismos de control que regulan este proceso.

Cuando en una célula se alteran estos mecanismos de control, se inicia una división incontrolada produciendo un tumor o nódulo.

El cáncer de mama.

A lo largo de la vida de la mujer, las mamas cambian de textura y aspecto en función de su desarrollo hormonal y sexual. Además, dependiendo del momento del ciclo menstrual en que se encuentra, se van a producir cambios que pueden ser sintomáticos o no, en función del nivel hormonal de cada persona y de su susceptibilidad.

En la mama también pueden aparecer tumores benignos constituidos por células que se dividen en exceso pero no pueden dañar o invadir otras partes del organismo. Los tumores malignos están compuestos por células que se dividen sin control y, además, son capaces de destruir tejidos y órganos cercanos (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis).


Cuando esta transformación ocurre en la mama, se denomina cáncer de mama. El cambio de una célula normal a una cancerígena precisa de múltiples alteraciones (mutaciones) en sus genes encargados de regular los mecanismos de control. Desde que comienzan las modificaciones en las células hasta que el tumor se hace palpable, se requiere que transcurran muchos años.

Sintomatología del cáncer de mama.


En la fase inicial de la enfermedad, cuando la lesión es muy pequeña, no aparece ningún tipo de sintomatología, es lo que se denomina “fase preclínica” de la enfermedad. Pasado este tiempo, el cáncer de mama puede manifestarse de diversas formas: La presencia de un nódulo palpable, doloroso o no, es el síntomas más frecuente. Cuando el tumor se hace más grande puede manifestarse como irregularidades en el contorno de la mama, falta de movilidad de la misma, retracción del pezón o alteraciones en la piel como enrojecimiento, “piel de naranja” (por su similitud a la piel de dicha fruta) o úlceras.

Es muy rara la presencia de secreción de líquido seroso (telorrea) o sanguinolento (telorragia) por el pezón. En un porcentaje escaso de los casos, la presencia de una metástasis localizada en un órgano o tejido concreto puede provocar el primer síntoma de alerta (dolores óseos, etc.).

Factores de riesgo.

Aunque no se conoce bien el origen exacto, son varios los factores de riesgo que se relacionan con la aparición del cáncer de mama. Los considerados más importantes son: Edad. Aunque el cáncer de mama puede afectar a cualquier mujer, el riesgo de padecerlo aumenta con la edad y la mayor incidencia se concentra entre los 50 y los 65 años. Factores hormonales como la menarquia precoz (primera regla) a edad temprana y la menopausia tardía.

La ausencia de embarazo o tener el primer embarazo a una edad avanzada (después de los 30 años) son también factores de riesgo bien conocidos. La administración de anticonceptivos orales controlados por el especialista, no supone un aumento del riesgo de padecer cáncer de mama sino que puede ser incluso un factor protector. Sin embargo, no se conoce si puede existir un efecto perjudicial cuando los anticonceptivos se toman durante mucho tiempo, más de 8 años.


Tratamiento hormonal sustitutivo. La administración de tratamiento hormonal sustitutivo de larga duración que combina estrógenos y progestágenos (hormonas sexuales femeninas) para tratar los síntomas de la menopausia está en la actualidad desaconsejado. Varios estudios han demostrado un aumento del riesgo de cáncer de mama, estimado en 3 casos adicionales al año por cada 1.000 mujeres. Actualmente se recomienda evitar el uso de tratamiento hormonal para combatir los síntomas de la menopausia.

Solamente en las mujeres sin antecedentes de cáncer de mama y con síntomas menopáusicos severos se puede valorar la realización de un tratamiento hormonal sustitutivo a dosis bajas y durante el menor tiempo posible.


El cáncer de mama en el varón.


A pesar de que el cáncer de mama es una enfermedad típicamente femenina, también puede presentarse en varones, aunque en un porcentaje mucho menor, representando menos del 1% de los tumores en el hombre. Su incidencia está aumentando, como ocurre en el cáncer de mama en la mujer. Como en la mujer, no se conocen completamente las causas de su desarrollo, la edad, una historia familiar de cáncer de mama, determinadas mutaciones genéticas (BRAC2 y BRAC1), alteraciones hormonales o la exposición a radiaciones ionizantes pueden ser factores que influyan en su aparición. Entre el 15-20% de los hombres con cáncer de mama tienen antecedentes familiares cercanos de esta enfermedad. Las hermanas e hijas de los pacientes con cáncer de mama tienen un riesgo dos a tres veces superior de padecer esta enfermedad. La manifestación del cáncer de mama en el varón es similar a la de la mujer. La edad de presentación suele ser algo más tardío (unos 10 años). Los factores pronóstico como tamaño, estado de los ganglios, receptores hormonales u otros marcadores moleculares como el Her2 se correlacionan con el pronóstico. El diagnóstico se realiza de la misma forma que en la mujer. El tratamiento es similar al cáncer de mama en la mujer, aunque el tratamiento quirúrgico preferible es la mastectomía.


Cáncer de mama en mujeres mexicanas.

Utilización correcta de las técnicas de detección.



El cáncer de mama es uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial, afecta a países desarrollados y en desarrollo. En México es la segunda causa de muerte en mujeres de entre 30 y 54 años. La detección en etapas muy avanzadas suele ser lo más común, esta situación disminuye la supervivencia de las mujeres e incluye tratamientos costosos y más agresivos.

La autoexploración manual (AE) en conjunto con la mamografía (MA) de tamizaje, actúan para la detección oportuna del cáncer de mama.

A veces el cáncer de seno es detectado después de que surgen síntomas, pero muchas mujeres no llegan a manifestarlos. Es por este motivo que el realizar las pruebas de detección periódicas son de vital importancia.

La mamografía es el estudio de diagnóstico más importante, debido a que detecta el 87% de los tumores malignos, cuando ésta imagen no da un valor diagnostico, es necesario realizar un ultrasonido de mama que sirve como un estudio complementario.

La mamografía esta indicada en mujeres mayores de 40 años, debido a que están en la edad donde los cambios hormonales o las alteraciones morfológicas por el envejecimiento normal pueden llegara a desencadenar cáncer. En el caso de las mujeres de edad corta con manifestaciones clínicas se les solicita una resonancia magnética de mama y un ultrasonido, debido a que el tejido es más muscular y menos adiposo.

El cáncer en México



El proceso de desarrollo de México en sus aspectos epidemiológicos y demográficos tienden a ser factores importantes en el desarrollo de las patologías de la población mexicana, entre ellos podemos distinguir estilos de vida poco saludables de la población que detonan en enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer que han ocupado los primeros sitios como causas de muerte global en nuestro país.

Particularmente el cáncer tiene un alto impacto sociocultural, biológico y económico. De acuerdo con un análisis preliminar de Gutiérrez Delgado y colaboradores, en el periodo comprendido entre 2000 y 2013 en México ocurrieron en promedio, 66 000 muertes anuales por esta causa lo que equivale a 13% de la mortalidad nacional anual.

Resulta alarmante el hecho de que a pesar de representar un descenso significativo, la población carece de información suficiente con respecto al cáncer. La trascendencia de esto reside en que alrededor del 40% de los canceres son altamente prevenibles y que el 30% de la población podría mejorar de manera significativa siguiendo tratamientos óptimos con un control adecuado, aunque por el contrario el 70% de los casos de cáncer son diagnosticados en etapas avanzadas.


Resulta útil mencionar que el cáncer en México puede ser prevenible, llevando a cabo acciones que incluyan principalmente el fomento de la información con respecto al cáncer, elaborando más y mejores programas de prevención en atención primaria apegados a nuestra realidad y por supuesto ofreciendo un mejor servicio médico en la atención clínica para mejorar la calidad de la familia en el ámbito personal y social.


Por ende, es esencial el poder comprender que representa un grave problema de salud pública a nivel mundial. Es necesario planear medidas de control para la prevención de dicho problema, y el poder disminuir el sufrimiento de miles de pacientes y de sus familiares. Se debe realizar un arduo trabajo para poder llevar a cabo un adecuando diagnóstico y tratamiento a tiempo.

Referencias:

Instituto Nacional de Cancerología. (2014). El cáncer en México: propuestas para su control. Unidad de Epidemiología e Investigación Biomédica en Cáncer, 56, 418-420. 2016, De Salud Pública de México Base de datos.


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